caes oh gran pánic órfila
caigo
durante lo que parecieron horas
caias
hasta que me rompí la espalda
y cuando yacías hecho añicos al final del tunel purpuraceo cubierto de artrópodos multicolores
decidí ignorar todo lo que me rodeaba y dejar que el último aliento de mis pulmones saliera plácidamente
Después nadie te recordaría, el olvido te atravesaría como un pajarraco rebelde
pero se a la larga que nunca pretendí ser recordado. Y, en los últimos minutos de actividad cerebral post mortem podré reconfortarme y saberme diminutivo.
el superlativo retórico y rastrero como una lombriz lactante engulle tu ser y te viertes en el espacio intermitente de tenores maullantes
y sigo pensando que debo de morir pronto.
sin embargo esto no sucede, sientes como los gusanos te comienzan a engullir
los hongos desarrollan sus pseudojetidos dentro de tus entrañas y descomponen tu carne, lentamente te reintegras al suelo
y podré perpetuar el ciclo de la vida con renovada apatía y sensibilidad arbórea.